El célebre político británico Winston Churchill, con su jocosidad habitual, sostuvo: “La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez”, y es que, los escenarios, los actores, los individuos, pueden experimentar metamorfosis capaces de cambiar drásticamente las fichas sobre el tablero y empujar a desenlaces no esperados. Nunca se sabe quién puede ser tu acérrimo rival y quién tu aliado. Aquí cabría también aquello de que el enemigo de tu enemigo es tu amigo. En un sorprendente giro de los acontecimientos, Robert F. Kennedy Jr. ha decidido poner fin a su candidatura independiente a la presidencia de los Estados Unidos, otorgando su respaldo al expresidente Donald Trump. Este apoyo, que llega a poco más de setenta días de las elecciones del 5 de noviembre, podría ser un punto de inflexión en una carrera electoral sumamente reñida, especialmente en los estados indecisos donde Kamala Harris, la candidata demócrata, y Trump compiten cabeza a cabeza. El retiro de RFK Jr. como candidato independiente no es un simple detalle en esta contienda electoral. A pesar de haber alcanzado un pico de apoyo que superó los dos dígitos en las encuestas durante los últimos meses, RFK Jr. mantenía un impacto significativo en estados cruciales como Arizona, Georgia, Wisconsin, Pensilvania, Michigan, Virginia, Carolina del Norte y Nevada. Estos estados no tienen un claro dominador y podrían decidir la elección presidencial. La paridad entre Harris y Trump en estos estados, combinada con el impacto de RFK Jr., permitió al excandidato negociar con la campaña de Trump durante varias semanas, culminando en un acuerdo para su respaldo. Esta decisión no solo afecta a los votantes que apoyaban a RFK Jr., sino que también podría alterar el equilibrio en estos estados decisivos. Este respaldo de RFK Jr. es estratégico y podría ser beneficioso para Trump por varias razones. Primero, desvía la atención de la Convención Nacional Demócrata 2024, que acababa de culminar, robándole protagonismo a la candidatura de Kamala Harris. Segundo, proporciona un impulso necesario a Trump en un momento en que los demócratas habían disfrutado de un mes favorable en las encuestas. Aunque el 5% del apoyo que tenía RFK Jr. no se transferirá automáticamente a Trump, en una elección tan cerrada como la que se anticipa, cualquier porcentaje de votos es crucial, especialmente en los estados claves donde la diferencia entre los candidatos es mínima. Diversas encuestas estatales realizadas revelan que RFK Jr. tenía una influencia notable en la mayoría de los estados indecisos. En Pensilvania, por ejemplo, Harris lideraba a Trump por solo un punto (48-47%), mientras que RFK Jr. se adjudicaba el 4% de los votos, un porcentaje que podría ser decisivo para Trump en noviembre. En Carolina del Norte, un estado que Trump ganó en 2020 por tres puntos, Harris lideraba dentro del margen de error (47-46%), mientras RFK Jr. obtenía el 5% de los votos, una cifra que podría ayudar a Trump a cerrar la brecha. Un caso similar se observa en Virginia, un estado que suele inclinarse por los demócratas. Harris lideraba por tres puntos (45-42%), mientras RFK Jr. acumulaba el 6% de los votos. En Arizona, un estado que Biden ganó en 2020 por un estrecho margen, RFK Jr. tenía un apoyo significativo del 7%, mientras Trump lideraba por un punto frente a Harris. Antes de la retirada de Biden, RFK Jr. tenía entre el 8,5% y el 10% del voto nacional. Desde el 21 de julio, su apoyo cayó al 5%, lo que algunos analistas interpretan como un indicio de que su base de apoyo es mayormente conservadora. Esto sugiere que una parte significativa de los votantes de RFK Jr. podría optar por Trump ahora que el independiente ya no está en la contienda. Otro aspecto importante es el impacto positivo de RFK Jr. entre los votantes hispanos, un grupo clave en las elecciones de noviembre. El equipo de campaña de Trump ha sido muy consciente del potencial impacto del respaldo de RFK Jr. y ha trabajado para capitalizar este apoyo en los estados claves. Con el respaldo de un nombre tan reconocido como el de RFK Jr., Trump busca atraer a votantes independientes y moderados que podrían haber estado indecisos o que no se identifican plenamente con ninguno de los dos principales partidos. Además, el respaldo de RFK Jr. podría ayudar a Trump a contrarrestar algunas de las críticas que ha enfrentado, particularmente en temas relacionados con la libertad individual y la desconfianza hacia el establecimiento político. RFK Jr., conocido por sus posiciones no convencionales y su crítica al sistema, podría servir como un puente hacia aquellos votantes que buscan un cambio pero que no se sienten cómodos con Harris. A medida que se acerca el día de las elecciones, la decisión de RFK Jr. de respaldar a Trump añade una capa de complejidad a una carrera electoral ya de por sí reñida. En un contexto donde los márgenes de victoria en muchos…